miércoles, 28 de agosto de 2013

Escrito sobre fragmento del texto de Frei Beto “Ivo vio la uva”

El maestro pidió que mire hacia arriba y que Ivo diga lo que ve; Ivo ve las uvas pero no ve el ave que existe sobre la parra, a poca mayor altura, y a su vez el ave tampoco ve las uvas que se encuentran debajo de la parra. Ahí, el maestro le enseña que podemos ser igual que las aves y ver lo que tenemos delante de nuestros ojos y no mas allá. La epistemología es el estudio crítico del desarrollo, métodos y resultados de las ciencias. La cabeza piensa donde los pies pisan, así debe ser según la ciencia.

Pero podemos también interpretar que si estamos en la Tierra no pensamos más allá del suelo, o también, que, como el ave, podemos volar con la imaginación y construir y sentir ilusiones, esperanzas, alegrías y castillos lujosos. Si el mundo es único, el opresor lo utiliza para tenernos controlados, y los controlados vivimos de forma chota y mediocre, pero podemos ver las cosas diferentes, con ojos buenos, donde no todo es malo, donde también tenemos alegrías, ilusionados en un cambio próximo.

El autor nos pone otro ejemplo para enseñarnos epistemología: Ptolomeo y su visión del sistema solar con los pies sobre la Tierra; y Copérnico, con los pies en el Sol, en el aire. Como si Copérnico volara como las aves y desde arriba desarrollara su teoría solar.

También, el autor nos enseña que podemos ser libres de pensamiento, podemos volar con la imaginación y salir del encierro y la opresión. La imaginación es infinita y libre, nada ni nadie la puede encarcelar y oprimir, y ni el peor de los sistemas puede deformarla.


Marcelo, compañero en la U1

jueves, 22 de agosto de 2013

Mirada del encierro con sueños atrás

Este año nos encontramos llevando a cabo un taller de Arte y Política junto a algunos de quienes hoy están privados de su libertad en la U Nº9 de La Plata. Se trata de uno de los talleres que realizamos en los penales de la ciudad y alrededores, siempre entendiendo a la educación como una práctica emancipadora, un proceso encarado de manera colectiva que nos permite reflexionar en diálogo con lxs que nos rodean y sobre el lugar en el que nos encontramos, permitiéndonos así proyectarnos con posibilidad de cambio sobre la realidad.

Desde este nuevo espacio vemos al arte como un espacio de disputa, una herramienta de resistencia y denuncia que nos posibilita llenar de colores esta realidad oscura que nos rodea, oscuridad que no sólo busca entristecernos y acallarnos, sino que también trata de ocultar las injusticias y opresiones que se perpetúan a diario. A través del arte nos mantenemos en actividad, nos movemos más allá de las rejas y nos abrimos paso a pesar de los candados, con la creatividad como regla, gestando nuevas formas, creando nuevas posibilidades.

En esta ocasión, les dejamos “Mirada del encierro con sueños atrás”, de José Luis:




domingo, 18 de agosto de 2013

En las cárceles, hoy también es el Día del niñx




Hoy, domingo, se festeja el día del niñx. Para algunxs es un día festivo, una razón para pasarla en familia. Para otrxs puede significar sólo un día más del calendario, o un mero motivo para gastar plata. Es también una fecha en la cual se focalizan muchas organizaciones considerándolo el día por excelencia para hacer felices a lxs chicxs que menos tienen. Pero además, es un día más que especial en la cárcel. Como se podrán imaginar, los penales están llenos de padres y de madres, por lo que el día del niñx es un momento importante, siendo una posibilidad para encontrarse con sus hijos e hijas, con quienes no comparten el día a día, y de agasajarlxs e intentar suplir en un ratito de felicidad la ausencia cotidiana.

Se trata de una de esas fechas que rompen con la rutina. Una de esas oportunidades para hacer algo distinto. Para quienes tienen la enorme suerte de recibir visita, exige estar pensando durante mucho tiempo qué se podrá hacer, la manera de conseguir lo necesario, y planificarlo con la familia. Desde varias semanas antes se la vive como una fecha que merece una preparación especial. La organización comienza arreglando el salón de visitas, preparando tortas, armando disfraces de payasos, ensayando obras de teatro, y por qué no, confeccionando títeres y juguetes para regalar.

Por  otro lado, implica familias enteras moviéndose, viajando desde su hogar hasta la ciudad en la que se encuentre la cárcel. Si nos detenemos a pensar, teniendo sólo en cuenta al SPB estaríamos hablando de 30.000 personas privadas de su libertad, es decir, 30.000 familias. Restando aquellxs familiares que no puedan trasladarse hasta donde sea que esté el penal, el número se estaría reduciendo casi a la mitad. Sin embargo, es mucha gente que vive el Día del niño de una manera muy diferente a la que estamos acostumbradxs: cruzando grandes distancias, invirtiendo mucha plata en viaje y en comida, ropa y elementos de higiene para dejar, las horas de espera en la entrada al llegar, las típicas requisas intimidantes de cualquier visita una vez adentro. Todo para concretar un encuentro que durará unas horas, pero que será por todo esto sumamente valioso y intenso.

viernes, 16 de agosto de 2013

Rompiendo paredes. Reflejos de nuestras vidas.

Construir un espacio que libere, que resulte disruptivo y a la vez, constructivo… ese desafío encaramos junto a las compañeras que están privadas de su libertad en la Unidad 33 de Los Hornos. En esta tarea, nos resultó imprescindible reflexionar desde una perspectiva de género, criticando lo que consideramos opresiones y reflexionando en conjunto sobre aquello que podría ser liberador.

En este audio compartimos algunas de esas ideas y estereotipos se nos quiere imponer y frente a lo que decimos: NO.


martes, 6 de agosto de 2013

Leyendo entrelíneas: para que no se nos escape lo que dicen las palabras

“El ataque a la jerarquía debe comenzar con un ataque a las definiciones,
etiquetas y nociones convencionales de quién es quién y qué es qué.”
Howard Becker, Outsiders.


(Nota publicada en la revista Atrapamuros #4)

El significado de las palabras no es algo universal. La misma palabra puede significar algo diferente dependiendo de quién la diga, en qué momento y dónde. Como ocurre en la cancha, en la escuela, en la mesa y en la calle, en la cárcel las palabras adquieren cierto contenido propio. No me refiero al famoso “idioma tumbero” (o no sólo a él), sino a ciertos cambios que se generan en algunos significados.

Por ejemplo, en charlas fuimos aprendiendo que “mi rancho” es la persona con la que se comparte celda, una especie de familiar, con el/la que más tiempo se pasa y con el/la que se llega a construir una relación afectiva muy fuerte. También supimos que “la latita” suele referirse, en las cárceles de mujeres, al camión de traslado; y que en un relato el “me subieron a la lata”, por más que no siempre vaya acompañado de aclaraciones sobre cómo fue, expresa muchos problemas y percances. Pero además de estos cambios en las maneras de nombrar, descubrimos otros que si bien estaban ahí, a la vista, fue necesario ir combinando observaciones, charlas, lecturas y reflexiones para notarlos.

Algunos de estos cambios tenían que ver con modificaciones que se producían en el significado de algunas palabras debido al contexto nuevo en el que nos encontrábamos. Por estar en la cárcel y por cómo funcionan las cosas allí, ciertas palabras implican otras cosas. Abajo siguen algunos ejemplos de lo que digo, palabras que podrían definirse de la siguiente manera:

Visita: momento de la semana o el mes en que se tiene contacto con alguien de afuera, algún familiar o amigx. Momento en el que aquellxs a quienes se quiere dejan de ser una voz al otro lado del teléfono o un recuerdo en los ratos de nostalgia. / Oportunidad de conseguir lo indispensable (si la familia puede, claro): comida, abrigo, pañales, leche, frazada, cigarrillos, tarjetas de teléfono.

Afuera/la calle:  Lugar donde se ansía volver a estar, con muchas esperanzas y muchos miedos.