sábado, 22 de noviembre de 2014

Se realizó el I Encuentro de Cárceles y Seguridad

El pasado viernes 14 y sábado 15 de noviembre se llevó adelante en la ciudad de La Plata el Primer Encuentro de Cárceles y Seguridad, evento que tuvo como origen la necesidad de encontrar nuevos espacios para visibilizar e intervenir en una problemática transversal para el momento histórico en el que vivimos como la inseguridad y particularmente una de sus mayores políticas y consecuencias: la cárcel, que abarca tantas cuestiones que debe ser tratada como un eje específico.

El encuentro fue organizado por Atrapamuros (Colectivo de Educación Popular en Cárceles) y Grupo de Estudios Sobre Educación en Cárceles (GESEC) y se concentró en las facultades de Humanidades y Ciencias de la Educación y de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata.

Las jornadas comenzaron dando lugar a paneles donde se debatió en torno a “La cárcel como historia en nuestro país. Una caracterización en los últimos 15 años” y “Discursos y debates sobre la seguridad. Conceptualización y conformación de nuevas políticas”, durante los cuales especialistas realizaron una caracterización del estado de situación.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Darse cuenta*


Este es un relato sintético y cronológico de los hechos y acontecimientos reales contado en primera persona por su principal protagonista.

Soy Eduardo, estoy privado de mi libertad, con esta causa sumo un total de 16 años de prisión en forma ininterrumpida, recuperé mi libertad en tres oportunidades, sin tomar conciencia de la cantidad de años que he estado detrás de los muros.

Hoy haciendo un balance. Me doy cuenta que han pasado cosas en mi vida de gran magnitud, pero soy optimista y de no haber pasado por este lugar quizás no estaría con vida escribiendo este relato de mi penosa experiencia en la prisión.

Les cuento que provengo de una familia trabajadora de clase baja, mi padre de oficio plomero gasista, mi madre ama de casa y un hermano mayor. Desde chico me educaron que tenía que ser honesto y recuerdo mucho lo que mi viejo decía: “O estudiás o trabajás, vagos en casa no quiero”. Fue así que al terminar la primaria opté por trabajar y mi padre me llevó con él y me enseñó su oficio de plomero.

Desde mi adolescencia tuve un pensamiento muy transgresor, hoy creo que el hecho de que me remarcaran continuamente que esto no se hace, que aquello está mal, despertó en mí ese querer conocer lo prohibido.