martes, 7 de septiembre de 2010

crónicas de un día en la cárcel...


Hoy cuando yo desperté.

Desperté con ansiedad pensando que iba a encontrar a mi familia a mi lado. Pero cuando abrí mis ojos me di cuenta que estaba en un lugar solo y encerrado sin la posibilidad de estar con mis seres queridos, pero estoy muy ansioso. Porque se que me falta muy poco para poder estar junto a ellos pero mientras tantos tengo que soportar este encierro en este lugar tan alejado de mi familia y de la gente que me quiere y me rodeaba, cuando yo estaba en libertad pero bueno yo estoy alejado de todo eso y tan solo pensar que me falta poco me pone bien y me da fuerza para seguir día tras días.


Aued Alejandro David


Sin título

Hoy es un día más, pero que más un día en una rutina de nunca acabar, el despertar y estar en esta situación es agotador, pero a su vez pagamos por lo que hicimos. Me gustaría tanto estar en mi casa y remediar todo esto, en vez de levantarme todos los días para laburar en la cocina, me gustaría hacerlo pero en la calle el llegar después de laburar y que te espere tu mujer y tus hijos es tan lindo como mágico, en cambio aca adentro es todo los día lo mismo, llegar al Pabellón desayunar o merendar hacer deporte para gastar energía y que corra el tiempo mas rápido, en cambio si estuviera en casa seria al revés que no terminarce nunca el día para poder disfrutar a la familia.
Pero bueno acá estamos afrontando el día a día y de algo hay que estar seguro acá nos llenamos de mucha paciencia y esperar muy ansiosamente la libertad y el momento deseado de volver a casa.

Leo 11/8


Cómo tratar de pasar los días

Hola hoy les voy a contar cómo es un día mío en la cárcel, que no es muy divertido que digamos. Bueno, me levanto al oír al encargado cuando viene a pasar lista, que son más o menos a las 8:00 AM, me lavo la cara y los dientes, mientras tanto pongo una pava para tomar unos mates y pienso cuándo sera el día que pueda irme a mi casa para poder estar con mis seres queridos que los extraño mucho.
Pero bueno me pongo a desayunar con mi rancho para no pasarle mucha importancia y esperando q’ nos pase a buscar el maestro para salir a trabajar y ahí me pregunto ¿si esto no lo hacia en la calle? pero bueno todo sea por mi casa y por mi para poder distraerme un poco y no pensar en la situación q’ me encuentro hoy por hoy.
Después vuelvo y me pongo a escuchar música o mirar tele mientras pico algo de comer.
Converso con los pibes del pabellón hasta q’ se haga la hora de ir a la escuela, q’ en la calle nunca la termine y aca lo estoy haciendo ¿q’ loco no?
Después cuando vuelvo tomo unos mate con mi rancho mientras hablamos algo y pensamos q’ vamos a cocinar, llega el teléfono cada uno habla con su familia y bueno cocinamos, comemos y nos ponemos a mirar tele o alguna película hasta q’ llega el momento q’ me acuesto para así al otro día seguir con la misma rutina, y así es mi día en la cárcel tratar de matar los días para esperar con ansias mi pronta libertad.

Jorge Emiliano Palacios Gutierrez



Crónicas realizadas por los chicos de la U45, en el taller de Escritura. Año 2010

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