"¿Cuál sería su rostro en la soledad? Podemos
sospechar que tendría algo de horrendo y hasta
de trágico. Porque siempre llevamos una
máscara, una máscara que es distinta para cada
uno de los papeles que se nos tiene asignados
en la vida: el del honorable padre o el del
sigiloso amante, el del rígido profesor o el del
sobornable canalla. ¿Pero qué expresión
ofrecemos cuándo por fin en soledad nos
quitamos la última que llevamos? ¿Cuándo
nadie, absolutamente nadie, nos escruta, nos
exige, nos intima o nos ataca?”
Ernesto Sábato, Apologías y rechazos
Estaba estudiando hoy, y lo que leía se
cruzaba con algunas cosas que nada tenían que ver con el texto. Al principio mi
atención se alternaba entre las hojas y algunas cuestiones que poco a
poco iban ocupando cada vez más espacio. Hasta que ganó lo segundo, y me vi en
medio de una serie de preguntas sin respuesta.
¿Qué piensa el penitenciario que llega
a su casa después de haber estado torturando a un preso tirado en el piso y le
dice a sus hijxs que no se peguen, que pegar está mal? ¿qué piensa el policía
que recluta jóvenes para que roben cuando habla de la inseguridad y la
delincuencia¿ …¿se sentirá hipócrita? ¿le remorderá la conciencia?
¿Qué pasa por la cabeza de la policía
que le dice a su hija que no discrimine, que juegue con todxs, después de haber
estado parando todo el día a lxs que tienen pinta de sospechosxs para averiguarle
los antecedentes y revisar sus pertenencias? ¿qué pasa por la cabeza del
penitenciario que hace un mes que no le permite ir a la escuela a unos presos
porque no se lo merecen, porque tienen mala conducta y no van a mejorar, cuando
le dice a su pareja que no le ponga penitencias tan largas a sus hijxs? …¿creerá
que las cosas son así, y así seguirán siendo? ¿Simplemente no verá ninguna
contradicción en sus actos?
¿Qué siente la penitenciaria que se
roba la comida y los remedios que mandó una familia para una presa con SIDA
cuando se compadece de un perro con sarna que anda dando vueltas en su barrio?
¿qué siente el policía que reprime en una manifestación, que dispara su arma y
golpea manifestantes cuando se apena de haber atropellado un perro? …¿la sensibilidad
termina donde empieza el desprecio? ¿es mejor tener el plano laboral separado
del afectivo?
El/la presx sabe que lo que hiso está
mal. Algunxs dicen que aprendieron y que no lo volverán a hacer. Otrxs expresan
su impotencia al saber que los 40 pesos que gana por mes trabajando en la
cárcel no le alcanzan para nada, y que al salir le va a costar encontrar
trabajo, y que le va a surgir la oportunidad de hacer 2000 pesos en una noche,
y que tarde o temprano va a caer de nuevo. En cualquier caso, sabe que lo que hace
está mal. Pero el/la policía, ¿qué piensa? ¿tiene diferentes moralidades que se
aplican a diferentes personas?
Estaba pensando, y como no tenía
respuesta me puse a escribir. Porque enseguida aparecían más incógnitas… ¿qué
piensa el/la profesor/ra que saca del salón al/la alumnx porque ya no tiene
arreglo? ¿qué piensa el/la juez/a que determina que alguien que estuvo presx
cuatro años es inocente? ¿qué piensa el/la que se queja por no poder vivir en
paz debido a la inseguridad cuando se le explica que hay gente que ni siquiera
puede vivir, que su rutina es un incertidumbre constante, que sobrevive día a día?
¿Se trata en realidad de
contradicciones que tenemos todxs, pero que en lxs agentes de la ley se dan
necesariamente de esta manera? Me inclino a pensar que no, ¿pero qué pasa,
entonces? ¿qué imagen suya cree que tiene dios el policía católico que da
azotes a un preso? ¿qué siente la penitenciaria sensible que tortura? ¿qué hace
el penitenciario solidario con la familia pobre que está a 2 casas de la suya
al ver un preso desnutrido y ensangrentado en una celda de castigo? ¿acaso la
respuesta es simple y obvia, pero estoy tan cargado de prejuicios y tengo
creencias tan firmes que no puedo darme cuenta?
¡Cosa rara la mente! De repente aparece
una pregunta o una afirmación de la nada. De quién sabe dónde surge algo para
enunciar. Se está con alguien charlando, estamos escuchando, y ni bien el/la
otrx termina de hablar, en menos de un segundo, respondemos. Dicen que hasta
cuando dormimos la mente sigue funcionando. ¿Cuantas cosas nos esconderá? ¿es
ese el límite que nos impide conocernos incluso a nosotrxs mismxs? empecé a
escribir para dejar de preguntar, pero igual lo sigo haciendo.
¿Y para qué me pregunto si no me
respondo? ¿qué pienso yo al notar que mi comprensión, que mi empatía tiene
límites? ¿qué hago al darme cuenta que reproduzco cosas de las que critico? ¿qué
aré si a pesar de escribir esto nadie responde? ¿qué anotaré, qué respuestas
daré yo en mi cuadernito?
Marino C.
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