lunes, 23 de enero de 2012

Represión, aislamiento y mucho silencio

Me encuentro detenido en la Unidad 6 de Rawson, cárcel de máxima seguridad para condenados. Cárcel en la cual, todos en su mayoría somos de Buenos Aires y lo grave es, no sólo nos separan los más de 1500 km de distancia que desde allí hay hasta acá, sino que también nos separa "la indiferencia y el abandono" que nos deja aquí aislados. Vendados y queriéndonos conformar con un peculio y beneficio, que para que el preso se lo gane tiene que relajarse, humillarse, ser sumiso.
Creo que este gobierno viene logrando cambios positivos, pero que todavía "al menos aquí" no se ha tocado ni ha tratado la enfermedad profundamente. Para que el delincuente social, aquél que no ha tenido nunca la oportunidad de reconstruir su vida, y por sobre todo reconstruirse primeramente como ser humano, ser él el punto de partida del proyecto, para luego de recuperar su libertad, tener otros proyectos "que tengan que ver con el trabajo, el ser solidario, etc."
Pero aquí el modelo de rehabilitación que se aplica son los palos, los engomes (encerrados en una celda) y ante tantas injusticias que uno tiene que bancar siempre va haber quien reaccione mal, y es ahí donde aprovechan no sólo para sancionar a ese pibe que reaccionó mal sino que también para molerlo a palos y tomar la excusa para dejar a los otros 29 presos encerrados en su celda por 3, 4 o 10 días privado de comunicación telefónica, defecando en bolsas y orinando en botellas. Con suerte te bañas 1 vez cada 2 o 3 días, todo según cómo se hayan levantado.
Desde que vine pedí atención psicológica y aún estoy esperando. No existe un organismo que regule estas atrocidades y nos proteja. Procuración Penitenciaria apenas hace lo que puede y están saturados de casos. Las Defensorías Oficiales directamente no existen. Los familiares van al juzgado y les dicen que se manejen con la Defensoría, y cuando llaman por teléfono a Defensoría les dicen que a ellos no les pueden dar información. Llama el interno y te cortan el llamado cuando escuchan que la llamada proviene de un Establecimiento Penitenciario.
Ante las denuncias que realizamos... ¿quién nos protege? si los mismos médicos del penal están ahí cuando te golpean y lo que escriben. De lo que escriben en nuestros cuerpos nunca dicen la verdad, ¿quién va creer que ellos mismos se tiren en contra de su propio sistema? y cuando realizamos una denuncia si sólo tenés rota la nariz y un par de moretones comentan ironizando: "como llamaríamos a esta lección en tiempos atrás" o "acá a vos te hicieron una brujería" y se ríen. No se puede pretender que se demuestren todos los casos de tortura que aún aquí estamos viviendo, si es así como aquí están organizados, complotados y tienen la represión incorporada, materializada. Tendría que venir más gente de diferentes Organismos de Derechos Humanos a dar charlas para evitar que sucedan estos hechos y nosotros tener que hacer denuncias y esto recayera. Además así nosotros tomaríamos más consciencia de como todo esto funciona y poder quitarnos de encima la mano que nos oprime. Así aprendemos a hacer valer nuestros derechos mediante reclamos, escritos o telefónicamente y no con fierros en las manos, como ellos quieren para justificarnos.
Necesitamos también que ustedes crean en nosotros.
No sé si hay muchos que estén aquí interesados que esto cambie para mejor. Pero yo soy uno y estoy seguro de que debe haber muchos más, sólo hay que despertarlos. También creo que afuera hay gente que está dispuesta a ayudar. Su mirada aquí adentro rajaría las paredes y poco a poco avanzaríamos a esto que muchos creemos una utopía.
Les dejo algo de Eduardo Galeano para despedir:
“Cuando el Che Guevara escribió su última carta a sus padres. Para decir adiós no eligió una cita de Marx escribió:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante. Vuelvo al camino con mi adarga al brazo.
Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará la estrella que lo guía.”
-E. Galeano-

David Dubra

http://3ddddavid.blogspot.com

1 comentario:

  1. Soy Omar Randone estoy en la unidad N°9 de La Plata podria agregar a una descripcion de esa clase, solo cuestiones personales, caracteristicas especificas del caso pero solo eso, para cada situacion hay creada una reprision, las torturas no acabaron solo se camuflaron para que solo llegue a descubrirla una burocracia extremadamente lenta y selectiva, solo resta luchar por mi parte tengo entregada la vida a la prueba diaria del desafio por la tan discursiva "INCLUSION"
    "Un abrazo fuerte"
    Omar

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