jueves, 10 de marzo de 2016

Violencia institucional y de género en las cárceles*


El pasado 4 de marzo cinco mujeres detenidas en el penal de San Vicente denunciaron haber sido torturadas por la policía. Según su testimonio fueron sometidas a agresiones verbales y físicas. La Comisión Provincial por la Memoria pidió su inmediato traslado siendo que además, se le suma como agravante la cuestión de género, tipificada en la Ley de Prevención, Sanción y Erradicación de Violencia de Género (N°26.485) en términos de “violencia institucional”.
Verónica Manquel, socióloga e integrante del Área de Género y Diversidad Sexual de la Procuración Penitenciaria, en comunicación con Graves y Agudas (Radio Sur), aseguró que las torturas, tormentos, maltratos y abusos son recurrentes, “no es un hecho aislado sino que forma parte de las prácticas sistemáticas que ofrece el servicio penitenciario y las fuerzas de seguridad en los distintos dispositivos de encierro ya sean alcaldías, comisarías cárceles, etc”.
Sin embargo no es fácil que las mujeres denuncien esas violaciones: Manquel asegura que lo que prima es el temor a posibles represalias. Todos los organismos que trabajan en la tarea de visibilización de estos atropellos tienen la misma disyuntiva, “no podemos garantizar que después de la denuncia no se repitan los hechos. Lo que tratamos de hacer es activar toda una serie de dispositivos que protejan a la persona”.
Las mujeres por su condición de ser mujer están expuestas también a otro tipo de violencia, como las formas en las que se aplican las requisas, porque implican el desnudo total y la inspección vaginal y anal. Otro de los modos de violencia que atraviesan las mujeres reclusas es la violencia obstétrica. Hay una variedad de torturas y tormentos que en general suelen ser poco denunciados, poco visibilizados.
El Área de Género y Diversidad Sexual de la Procuración Penitenciaria recorre semanalmente las unidades penitenciarias de mujeres, hace visitas presenciales, recorridas por los pabellones y entrevistas individuales con las mujeres detenidas para poder detectar los casos más gravosos.
Manquel explicó que las múltiples violencias que sufren las mujeres están atravesadas por su condición de género, el caso más extremo es el de violencia sexual y es un caso muy difícil de relevar porque si en cualquier mujer es complicado poder denunciar un caso de violencia de género, es peor para las víctimas de violencias perpetradas por las mismas personas que las están custodiando.
Desde un análisis sociológico, Manquel aseguró que las fuerzas de seguridad no escapan a la propia estructura social, con una mirada sexista y machista que pone siempre a la mujer en un lugar de desigualdad. En ese sentido, en las instituciones de encierro se ejerce de manera mucho más violenta pero no escapan a la situación en la que viven las mujeres en toda la sociedad.
Hasta la actualidad “nunca se ha podido resolver ningún caso a favor de las víctimas de violencia institucional dentro de las cárceles”, lamentó la entrevistada y adelantó que el Área de Género y Diversidad Sexual de la Procuración Penitenciaria se reunió con el Consejo Nacional de las Mujeres para articular políticas de protección y acompañamiento y para poder denunciar de manera eficiente y generar canales efectivos a nivel nacional. En ese contexto firmaron un convenio para formalizar los acuerdos pero así y todo “las expectativas con la nueva gestión macrista no son buenas”, concluyó.
Inés Farina, integrante de Graves y Agudas Radio Sur FM 88.3.

*Publicada en www.notas.org.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario